Mujer entre perro y lobo (1979)

Hemos hablado de los primeros pasos de Van Damme en Hollywood, pero siempre ha parecido extraño que siendo Van Damme belga, y habiendo vivido allí hasta el año 1982, nunca hubiese hecho una película en Bélgica.

Hasta que un día, un fan acérrimo, de los muchos que tiene, como no podía ser de otra manera, descubrió la verdad: Van Damme aparecía en esta cinta del año 1979, que incluso llegó a estrenarse en el festival de Cannes, lugar que tiene mucha relación con nuestro actor, pues allí estrenaría más adelante muchos de sus exitosos films.



La película es tan desconocida, que ni siquiera el propio Van Damme la había mencionado nunca en sus entrevistas, probablemente porque la rodara y luego no se acordara ni tan siquiera de haberlo hecho o de como se llamaba.

No he visto la película porque actualmente es imposible de encontrarla ni en DVD ni por internet, pero por lo que he podido leer por las redes cuenta la historia de una mujer que se debate entre su marido y otro hombre.

Uno de ellos es el mismísimo Rutger Hauer, que más adelante protagonizaría la película de Blade Runner de replicante.

Y una vez más, pese a los pocos minutos de metraje de los que dispone nuestro héroe, nos deja su marca personal.

En primer lugar, con una doble interpretación de dos personajes diferentes. Tan pronto y tan habilidoso ya. Estas dobles interpretaciones serán repetidas en futuros largometrajes del astro velga, mostrando su versatilidad.

En su primera aparición se encuentra disfrutando de una buena película en el cine, dando ya muestras de lo mucho que amaba el cine, y casi como algo premonitorio de sus deseos de triunfar en las salas norteamericanas.

Cuando vuelve a aparecer lo hace de espaldas, escuchando atentamente al actor Rutger Hauer, de nuevo dando buena cuenta de como Van Damme fue aprendiendo poco a poco de los grandes hasta ser uno él mismo.

Y es que la grandeza del cine de Van Damme se encuentra en como desde sus películas, y sin que tenga por qué ver en absoluto con la trama, nos deja reflejados sus miedos y sus obsesiones, en cada una de sus actuaciones. Tal y como solo saben hacer los grandes, no ya solo del séptimo arte, sino del arte en término general.

En segundo lugar, en esta última escena, podremos disfrutar de una pequeña pelea entre Van Damme y Hauer.

Y esto es todo cuanto he podido descubrir de esta cinta tan curiosa como desconocida hasta para Van Damme.